Esa crueldad no exime a las leyendas de los clubes. Figuras importantes de un club han sido separados de los equipos donde se hicieron un nombre, de una forma tan fría como los pingüinos en la cama de Arjona y hoy Frank Lampard el último en sentir ese acido.
Frankie llegó a un Chelsea que no podía fichar y que necesitaba echar mano de su academia para sacar adelante la temporada. Bajo estas circunstancias lo hizo relativamente bien, puesto que logró clasificar a octavos de Champions y entró dentro del Top 4 de la Premier League.
Sin embargo, el rendimiento de los blues no estuvo dentro de los parámetros establecidos por su dirigencia y mucho menos para las expectativas que se generaron alrededor de Stamford Bridge luego de invertir cerca de $250 millones en fichajes.
Super Frank se marcha del equipo londinense 571 días después de cumplir el sueño de dirigir al equipo de sus amores (el promedio de permanencia de un entrenador en la Premier es de 537 días, según football-observatory.com) con el sinsabor de no haber podido culminar lo que comenzó.
¿Qué sigue para el Chelsea? Según OptaJoe, la posibilidad que los blues finalicen en cuarto lugar es de un 13% por lo que el DT que llegue tendrá una ardua tarea para que el equipo vuelva a participar en Champions League la próxima temporada (y la consecuente entrada económica que eso significa).
Por último, queda esperar que el nuevo entrenador continúe el desarrollo de las jóvenes figuras del conjunto londinense y lograr que los fichajes actuales logren, por fin, acoplarse al equipo.
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